viernes, 21 de febrero de 2014

Lactancia materna e implante mamario: ¿incompatibles?

Lactancia materna e implante mamario: ¿incompatibles?

¿Es posible que una mujer sometida a un aumento mamario pueda amamantar a su hijo? Si es así, ¿A partir de cuándo podría hacerlo? ¿Supondría un problema para la estética del pecho, o podría resultar un problema para la salud del bebé?

Implantes mamarios y capacidad para dar de mamar

Una mujer que haya optado por un aumento mamario no tiene ningún problema para amamantar a su bebe durante el periodo de lactancia, aunque si es verdad que en ciertos casos se puede ver mermada su capacidad.
Este hecho depende de la ubicación de las prótesis mamarias. Si la incisión para su ubicación se ha realizado en medio de la areola, o alrededor de ella, existe una mayor posibilidad de que surja algún tipo de impedimento para la lactancia. En esa zona se encuentran los conductos galactóforos, conductores de la leche, que tras la operación se pueden ver lesionados. Si por el contrario, el acceso o la incisión para las prótesis mamarias se realiza a través de la axila o el surco submamario, habrá un menor riesgo de afectar a la futura lactancia. Sin embargo, y en líneas generales las mujeres con prótesis pueden amamantar sin problemas a sus bebes.

La seguridad del lactante y los implantes mamarios

La mujer que da de mamar a su bebe teniendo implantes mamarios no pone en riesgo la salud de su hijos ya que la leche materna de la mujer con implantes mamarios no tiene mayor cantidad de silicona en la leche materna que aquella que no ha sido sometida a esta intervención. Es importante aclarar que en la leche materna hay silicio, y la propia silicona es un derivado del silicio por lo que es natural su aparición. También hay que tener en cuenta que la leche de vaca y la propia leche especial para lactantes contiene silicio en concentraciones incluso más altas que la leche materna, por lo que sería improbable que causará algún perjuicio al bebe.

¿Deterioro estético de los pechos en la lactancia?

Algunas mujeres ven en la lactancia un perjuicio para la belleza estética de las mamas, y como consecuencia la rechazan tras un aumento mamario. Cuando una mujer decide o acepta un embarazo tiene que ser consciente de que en su cuerpo se producirán una serie de cambios que la afectaran. Estos cambios hormonales podrán afectar al pecho en mayor o menor medida. Dicho proceso se prolongará durante, y tras el embarazo, incluso aunque no se produzca un periodo de lactancia. La mujer sentirá los cambios en su organismo tanto si amamanta a su hijo, como si por el contrario decide no hacerlo. En cualquier caso y como medida preventiva, aún no existiendo ninguna norma al respecto, es prudente no dar de mamar hasta pasados 10 meses después de una cirugía de aumento mamario.

miércoles, 12 de febrero de 2014

10 claves sobre las operaciones de aumento de pecho

10 claves sobre las operaciones de aumento de pecho

Preguntas y respuestas sobre una de las intervenciones estéticas más demandadas

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¿Sabías que, cada año, entre 18.000 y 19.000 españolas se someten a un aumento de mamas? Esta cifra convierte esta intervención de cirugía estética en la más demandada por las mujeres de nuestro país. La inmensa mayoría optan por la implantación de prótesis mamarias, ya que la alternativa -la implantación de grasa del propio cuerpo- apenas se utiliza con fines estéticos, porque los aumentos que se obtienen con ella son menores.

Tal vez tú te estás planteando esta posibilidad y, claro está, te surgen dudas. No estás sola, pues hablamos de una intervención compleja. Por eso, es normal que las intervenciones de aumento de mamas suelan generar numerosos interrogantes sobre sus características, los profesionales capacitados para realizarlas y las prótesis empleadas. Dudas que, además, se han incrementado en los últimos años por el caso de las prótesis de la marca PIP, cuya retirada fue recomendada el pasado mes de octubre por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en coordinación con la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) tras confirmarse su carácter defectuoso y su consiguiente tasa de rotura muy elevada.

Por eso, con el fin de que las pacientes que se estén planteando una intervención de aumento de mamas con prótesis recurran a ella con las mayores garantías sanitarias, esta Sociedad ha elaborado el siguiente decálogo, que puede serte útil.

1. Es imporante asegurarse de que el médico responsable de la intervención cuenta con la titulación oficial de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, solicitándole que les muestra alguna acreditación al respecto si es preciso.

2. La intervención tendrá lugar en un quirófano de un centro hospitalario o una clínica con todos los recursos necesarios para afrontar cualquier emergencia.

3. Es importante asegurarse de que el cirujano solicite un estudio preoperatorio, incluyendo las pruebas radiológicas mamarias que estén indicadas en su caso.

4. El cirujano les entregará para su firma un consentimiento informado antes de la intervención, que precisa de anestesia, siendo ésta general en la mayoría de los casos por la propia seguridad de la paciente.

5. Hay que valorar con el cirujano las diferentes opciones de prótesis existentes en el mercado y se debe desconfiar de aquellas con precios comparativamente muy baratos.

6. No existen prótesis mamarias con una durabilidad de por vida, pues todas ellas, en tanto que materiales inertes, son susceptibles de rotura o contractura (endurecimiento indeseado) como cualquier otro implante en el organismo.

7. El cirujano les entrega la tarjeta de identificación de las prótesis una vez implantadas. Esta tarjeta acredita la marca y las características de dichas prótesis.

8. Hay que acudir a revisiones periódicas con su cirujano para que éste proceda al examen clínico de las prótesis, siendo recomendable que tal periodicidad sea anual.

9. En caso de rotura de las prótesis, procedan a someterse a su explantación, intervención ésta que no tiene carácter de urgencia ya que dicha rotura no conlleva ningún riesgo grave para la salud de la paciente.

10. No hay que someterse a un aumento mamario con prótesis por motivos estéticos si son menores de edad ni animen a ello a estas personas por tratarse de intervenciones quirúrgicas que requieren de la necesaria madurez psicológica de la paciente.

jueves, 6 de febrero de 2014

Cuidados antes y después de la cirugía estética

Los cuidados antes y después de una cirugía plástica
Antes y después de someterse a un procedimiento quirúrgico se reconoce la necesidad de no prescindir del cuidado que un profesional en estética (cosmetólogo, esteticista), en conjunto o de acuerdo con las indicaciones del cirujano plástico, pueda proporcionar para asegurarle al paciente una recuperación efectiva en menos tiempo y con resultados positivos.

De acuerdo con el doctor Luis Antonio Pinedo, miembro de la asociación Colombiana de Cirugía plástica, actualmente la tendencia es trabajar en equipo: el cirujano cuenta con el apoyo inmediato de un grupo de profesionales que están en capacidad de ofrecer al paciente desde la primera consulta la atención relacionada con el tratamiento que ayude a su recuperación.

El tratamiento preoperatorio ayuda a disponer el organismo a la intervención quirúrgica, por lo que en muchos países se recomienda para todas las intervenciones en cirugía plástica, sesiones previas, mínimo diez días antes, de drenaje linfático manual y asistido con aparatología como el ultrasonido, electroestimulación, terapias de regeneración celular, corrientes de alta frecuencia y masajes de contorno. «El preoperatorio asegura excelentes resultados, pues los pacientes  son menos maltratados por edema (inflamación), hematomas y otras ventajas que favorecen la reincorporación rápida a sus actividades cotidianas», señala el doctor Pinedo.
El posoperatorio, por otra parte, pasa por diferentes etapas y exige un gran cuidado. Su objetivo es lograr el mejor resultado en el proceso de cicatrización.
El experto recomienda empezar las terapias lo más pronto posible con maniobras de drenaje linfático (manual y con aparatología) con el fin de estimular los colectores de las linfas (vías para el tránsito de secreciones) a que evacúen los desechos o se reabsorban disminuyendo la inflamación. Este tratamiento es soportado por los pacientes, porque no produce dolor.
El ultrasonido también es recomendable en la etapa posoperatoria en intensidades y frecuencias adecuadas (superficial y profunda), ya que ayuda a tratar la piel dándole elasticidad, estimula la circulación, trata extensiones nerviosas para evitar fibrosis (endurecimiento) y mejora el aspecto de las cicatrices.
Si sigues estas recomendaciones, seguramente los resultados de la cirugía serán óptimos. Recuerda que el cuidado de tu salud es lo más importante.